Gestionar nuestras finanzas personales con acierto. Ese es el kit de la cuestión para mantener las finanzas personales en equilibrio y las cuentas saneadas. Sin embargo, no se trata de un reto fácil de lograr. A nadie nos enseñan cómo hacerlo en el colegio, simplemente, nos lanzamos al mundo laboral en busca de nuestra independencia con la convicción de que, a base de mucha práctica y de meter la pata en ocasiones, sabremos administrarnos cada vez mejor.
Y es cierto, no hay nada mejor que la experiencia para aprender de los errores y tomar el camino acertado hacia unas finanzas personales en orden, aunque, para ser sinceros, se agradecen ciertos consejos de principiante para no desperdiciar, al menos deliberadamente, el dinero.
Por el momento, toma nota de estos errores comunes que jamás debes cometer:
1. No establecer una cantidad o porcentaje de ahorro fijo al mes. Lo normal es que toda nuestra liquidez se esfume sin darnos cuenta en pequeños gastos diarios sin importancia, gastos que, sumados a fin de año, lanzan cuantías que ni nos imaginábamos. Por eso, es importante establecer una cantidad o porcentaje de ahorro fijo al mes, de esta forma, nos obligamos a prescindir de lo superfluo para alcanzar nuestro objetivo de ahorro. Eso sí, este debe ser alcanzable, realista.
2. Solicitar un préstamo que no estamos en condición de devolver. Se trata de un gran error que podemos estar arrastrando toda la vida. La solicitud de créditos rápidos y préstamos personales es una buenísima opción para afrontar gastos inesperados, sin embargo, debemos pensar en cantidades que podamos devolver fácilmente y en un periodo corto de tiempo, por ejemplo, en 30 días al recibir nuestra próxima nómina. Solo así sabremos que estamos actuando en pro de nuestras finanzas y no en contra.
3. Intentar devolver un préstamo con otro préstamo. Este error se desprende del anterior. Lo único que conseguiremos de esta forma es agrandar una bola que jamás se sabe hasta dónde puede llegar. Afronta tus deudas, sanea tus cuentas y una vez conseguido esto, pide otro préstamo a la altura de tus posibilidades si es que lo necesitas. Endeudarnos excesivamente no solo dará al traste con nuestra capacidad de ahorro, minará nuestra moral durante muchas noches.
4. Gastar más de la cuenta en periodos de bonanza económica. Es fácil llevarse por la tentación. Recibimos un dinero que no nos esperábamos y tiramos la casa por la ventana. Una herencia, un premio…, es muy sencillo gastar una gran suma de dinero en poco tiempo. Sin embargo, lo correcto en estos casos sería mantener la prudencia, pues igual que hemos tenido una racha de suerte, puede sobrevenirnos una etapa mal dada porque cierre nuestra empresa, debamos afrontar un gasto médico importante… En estos casos, lo mejor es ahorrar el dinero que ha caído en nuestras manos de forma inesperada, al fin y al cabo, no contábamos con él.
Una buena salud financiera te ayudará a ahorrar y vivir de forma holgada, hacer frente a situaciones difícil e incluso aprovechar alguna oportunidad de inversión que te permita diversificar tu economía e incrementar tus ingresos a medio plazo. No lo olvides.