Solicitar un préstamo de forma conjunta y sin estar casados es posible, a diferencia de lo que muchas personas creen. De hecho, cada vez más parejas recurren a esta solución para obtener mayor crédito para hacer realidad sus sueños: adquirir un vehículo de mayor calidad, pagar la celebración de la boda, realizar un largo viaje, comprar una mejor vivienda o reformarla…Sin embargo, el desenlace no siempre es feliz. Te contamos las ventajas y desventajas de pedir un préstamo en pareja.
- Al unir los ingresos de ambos, se pueden negociar mejores condiciones a la hora de solicitar, por ejemplo, un préstamo hipotecario, un préstamo en pareja para reformar la vivienda o un préstamo para financiar los estudios superiores de los hijos (por cierto, los más ventajosos del mercado), además de conseguir incrementar el porcentaje del importe del mismo.
- Disminuye el riesgo de impago, pues la pareja cuenta con dos fuentes de ingresos, con lo que aumenta la posibilidad de hacer frente al pago del préstamo aún cuando una de esas fuentes desaparece.
Si deseas solicitar un préstamo personal con tu pareja para financiar un proyecto en común, no dudes en buscar aquel préstamo que mejor se ajuste a vuestras posibilidades. Dependiendo de la entidad prestamista a la que acudáis (banco, caja, financiera tecnológica independiente, etc.), conseguiréis más o menos ventajas respecto a los requisitos a cumplir, la cantidad a solicitar, las comisiones, los plazos de devolución y la obligatoriedad de contratar productos adicionales. Lo mismo ocurre con los préstamos con garantía hipotecaria. El mercado crediticio es muy amplio, solo hay que saber buscar la opción perfecta a vuestro proyecto.
Básicamente, las grandes desventajas asociadas a solicitar un préstamo en pareja llegan en caso de separación, y creednos, las rupturas se producen, más de las que desearíamos.
Sin haberos casado o registrado como pareja de hecho, lo más conveniente es acordar ciertas reglas de antemano sobre la devolución del préstamos que vais a solicitar y dejarlas por escrito, de lo contrario, surgirán los problemas a la hora de verificar quién pagó más por la hipoteca, quién debe quedarse el piso, etc. Un proceso que suele desencadenar muchos conflictos y un arduo camino por recorrer hasta encontrar la solución final. En definitiva, un desgaste del que ambas partes suelen salir malparadas
Si como pareja estáis casados, será el acuerdo de divorcio el que establezca la forma de asumir la deuda (o un juez, en el peor de los casos). Si seguirá siendo conjunta o si uno de los dos titulares del crédito se hará cargo del reembolso y disfrutará de forma exclusiva del bien en cuestión. Esta opción requerirá un cambio de titular en el préstamo y los convenientes costes añadidos.
Somos conscientes de que ninguna pareja solicita un préstamo con la posibilidad de una ruptura en la cabeza, sin embargo, por nuestra parte os animamos a tomar ciertas precauciones para poder vivir con cierta tranquilidad.