¿Cuáles son las principales novedades con las tarjetas revolving?
Un control de solvencia más exhaustivo
Sin sanciones y sin limitar tipos de interés
Esfuerzos en que el cliente conozca bien los riesgos
Problemática con las tarjetas revolving
¿Qué son las tarjetas revolving?
¿Cómo puedo reclamar por tarjetas revolving?
Las entidades de crédito deberán modificar su discurso respecto a las tarjetas revolving con sus clientes. Cualquier tipo de usuarios que quiera contratar este tipo de tarjeta, que permite amortizar y una cuota de interés alrededor del 20 %, deberá conocer al detalle las condiciones respecto a los intereses y amortización tanto antes como después de haber contratado este producto.
Esto es lo que se deduce de la última publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por parte del Ministerio de Industria en la que se encuentran incluidas las últimas modificaciones después de la última sentencia del Tribunal Supremo en referencia a las tarjetas de crédito WiZink. El objetivo principal es evitar que se repita la situación de abuso por parte de los bancos contra todos los usuarios que contrataron tarjetas de crédito revolving.
Por ello, cualquier banco o entidad de crédito deberá poner mucho énfasis en que los clientes estén informados de los intereses que deberán pagar con unas cuotas fijas totalmente predefinidas. En el momento que se negocie el importe del crédito, el comercial deberá realizar dos propuestas.
En ambas, deberá dejar claro tanto la cantidad de crédito que se va a firmar así como con la cuota revolving elegida cuáles serían los intereses que se deberían pagar y el tiempo de duración para devolver el crédito.
Por otro lado, las instituciones también solicitan que los clientes que vayan a solicitar el pago de cuotas de revolving cuenten con una solvencia probada que evite cualquier tipo de situación de impagos. En este sentido, se ha acordado una mayor coordinación entre las entidades de crédito y el Banco de España.
En este sentido, la Central de Información de Riesgos por parte del Banco de España contaba con una base de datos de toda la información crediticia de todos aquellos usuarios con deudas superiores a los 9.000 euros. Sin embargo, uno de los puntos débiles era que si ese crédito estaba repartido entre diferentes entidades jamás entraba en la Base de Datos.
Por ello, el Banco de España mejoró su maquinaria tecnológica y ahora contará información de todas las personas que tengan una deuda mínima de 1.000 euros. También se modifican los plazos para solicitar la información por parte del banco.
En líneas generales, la media de pago por la solicitud de las polémicas tarjetas revolving será de cuatro años, con una cuota de amortización medio del 25 %. Por ello, el análisis de solvencia de la nueva situación irá mucho más orientado a ver si el usuario tiene capacidad de pago de mínimo una cuarta parte del crédito e intereses.
Pese a la mayor transparencia que se aplicará a este producto financiero, el Gobierno no prevé sancionar a aquellas entidades de crédito que puedan fallar en su análisis de solvencia. España es uno de los pocos países del Eurogrupo que opta por este tipo de medidas.
Al mismo tiempo, el gabinete que dirige Nadia Calviño tampoco tiene previsto limitar los tipos de intereses justificando que, en ese caso, se dejaba fuera de la ecuación a los colectivos con menos recursos. Asimismo, las competencias y los ciclos de venta de las tarjetas revolving podrían verse alterados.
El alto número de reclamaciones relacionado con las tarjetas de crédito tipo revolving ha llevado al Banco de España a imponer medidas encaminadas especialmente en el conocimiento de los riesgos por parte de los clientes. Es importante que sepan los altos intereses a los que se pueden exponer si no cumplen con sus obligaciones al contratar este tipo de productos financieros.
En algunos casos, los intereses han llegado a superar el 30 por ciento, y por ello, creando un proceso de retroalimentación de la deuda que ha provocado que un crédito de 5.000 euros haya acabado siendo de 20.000.
Muchos se han encontrado con una situación de usura en sus tarjetas de crédito que acabó acudiendo a los tribunales. El principal contratiempo fue que su deuda creció de forma exponencial al no aportar una cuota mensual que fuera suficiente para amortizar intereses y capital de deuda.
El principal problema es que, en líneas generales, las tarjetas revolving llevan consigo unas cuotas tan bajas con un tipo de interés tan alto que resulta prácticamente imposible amortizar capital de deuda con su composición.
En este sentido, puede pasar que aunque el cliente pague la deuda como está establecido, ésta no baje sino que incluso pueda llegar a aumentar.
El sistema revolving de tarjetas de crédito ha sido un producto financiero, que según muchos, ha sido vendido de forma poco transparente violando en algunos casos la Ley de Condiciones Generales de Contratación. Las entidades destacaron que su contratación era completamente gratuita, explicando de forma ambigua todos los tipos de interés.
Sin embargo, las demandas de tarjetas revolving están basadas en un crédito que en muchos casos se ha usado de forma irresponsable. Está permanentemente disponible e incita al consumo. Al no tener que devolverse en su totalidad, siempre queda una parte que genera intereses. Así, el consumidor entra en un espiral de endeudamiento que nunca acaba.
Muchos usuarios pagan intereses de forma indefinida sin acabar de amortizar el capital. Por otro lado, los intereses están por encima del 25 % TAE. Es, precisamente, el tratarse de un crédito usuario lo que ha permitido a muchos clientes reclamar por la Ley de Usura de 1908 (Ley de Azcárate).
Estas modificaciones en el Boletín Oficial del Estado están orientadas a prevenir ese tipo de malas prácticas por parte de las entidades crediticias. No obstante, puedes haberte visto afectado por este tipo tarjetas de crédito.
En este caso, la vía inicial de llegar a un acuerdo extrajudicial con las entidades de crédito parece complicada actualmente. Por ello, muchos acaban recurriendo a buffets de abogados especializados en este producto financiero. Llevan el caso sin la necesidad de pagar honorarios por adelantado, y solo cobran si ganan el caso.
La popularidad y proliferación de este tipo de despachos ha provocado que este tipo de casos se vuelvan muy virales en los medios de comunicación.
Estas nuevas condiciones con las tarjetas revolving busca mejorar la transparencia de este tipo de productos de crédito después de múltiples reclamaciones contra diferentes entidades financieras.