Cuando contratas un préstamo con una entidad financiera firmas un contrato, mediante el que te comprometes a ciertas obligaciones. Entre estas obligaciones, se encuentra la de realizar la devolución del importe solicitado mediante el pago a tiempo de unas cuotas previamente pactadas. Si, por el motivo que sea, no cumples con esta obligación, estarás incumpliendo el contrato. Por esa razón, la entidad financiera podrá tomar ciertas medidas.
En el artículo de hoy, veremos cuáles son las consecuencias de no devolver un préstamo y por qué deberías de hacer todo lo posible por evitar llegar a esta situación.
Solicitar un préstamo conlleva responsabilidades, así como riesgos, que es sabio que conozcas antes de contratar. Algo fundamental, antes de lanzarte a firmar el contrato del préstamo personal, es que realices una buena planificación financiera. Lo recomendable es que, el total de las cuotas de todas tus deudas nunca supere el 40% de tus ingresos mensuales. De lo contrario, es probable que, con el más mínimo imprevisto económico, acabes incurriendo en impagos.
Pero puede ocurrir que, por el motivo que sea, tu situación financiera cambie y no puedas hacer frente al desembolso de las cuotas. Si esto ocurre, antes de dejar de pagar, lo mejor es que hables con la entidad prestamista y le expliques tu situación. De esta manera, podréis buscar una solución que sea ventajosa para ambas partes.
Quizá pienses que la opción más ventajosa para ti sea dejar de abonar las cuotas, ya que no cuentas con el dinero suficiente para pagarlas. Pero, sin lugar a dudas, esta es la peor opción, ya que solo agravará la situación. Para entender mejor este punto, veamos juntos cuáles son las desastrosas consecuencias de no realizar el pago de las cuotas de un préstamo.
Uno de los primeros inconvenientes de dejar de pagar un préstamo es que la deuda aumenta. Al dejar de abonar las cuotas, la entidad prestamista está en su derecho de comenzar a aplicar ciertos intereses y comisiones, previamente estipulados en el contrato del crédito, que sólo incrementarán el importe total adeudado. Entre estos cargos, se encuentran los intereses de demora y las comisiones por reclamación.
En el peor de los escenarios, el incumplimiento del pago de las cuotas puede acabar en embargo. La entidad prestamista puede llegar a reclamar el importe que debes mediante la vía judicial. En ese caso, si el juez reconoce la deuda y los intereses, es probable que se embargue la garantía del préstamo, si la hay. En el caso de los préstamos personales, lo más común es el embargo de tus bienes, como por ejemplo la cuenta corriente o la nómina. Si la deuda es demasiado alta, puede que el embargo afecte a tus propiedades, por ejemplo tu vivienda o tu coche.
En caso de que el juez dictamine el embargo de la nómina, no pienses que la totalidad de tus ingresos será para el pago de la deuda. Más bien, según la normativa actual, el embargo de la nómina se aplica en porcentajes, en relación a diferentes tramos.
Cada uno de estos tramos es igual al salario mínimo interprofesional (de 900€ en 2019), y se embargarán de la siguiente manera:
Por lo tanto, en función de cuántos tramos de SMI haya en tu nómina, se verá embargada una cantidad u otra.
Si el impago de las cuotas se acumula, llegando al menos a cuatro meses sin pagar, es posible que la entidad llegue a inscribirte en alguno de los ficheros de morosidad que existen en España, como son ASNEF, RAI o CIRBE. Para que te inscriban en estos ficheros, da igual a cuánto ascienda la deuda, si son 20€ o 2000€. Solo es necesario que haya un mínimo de 4 cuotas impagadas y que la entidad haya solicitado su pago vía correo certificado.
Una de las principales consecuencias de aparecer en cualquiera de estos ficheros, siendo el más común ASNEF, es que se elimina, casi por completo, cualquier posibilidad de conseguir un crédito personal. Por lo tanto, la única vía de financiación posible son los préstamos con ASNEF.
Además, estar inscrito en estas listas dificulta mucho la contratación de cualquier tipo de servicio. Todas las empresas de telecomunicaciones, agua, luz, gas… revisan estos ficheros para conocer los peligros que corren al ofrecer sus productos a un cliente. Por eso, en la mayoría de casos, será imposible contratar cualquiera de sus productos estando en listas de morosidad.
Para salir de estos ficheros hay que pagar la deuda contraída por la cual hemos sido inscritos y esperar a que la entidad comunique al listado de morosos que has satisfecho tu deuda. Adicionalmente, tu también puedes comunicarle al listado de morosos que elimine tus datos de sus ficheros, enviando una copia de tus datos personales y del comprobante del pago total de la deuda. De esta manera, podrás estar seguro de que tu nombre es eliminado de dicha lista.
Como hemos podido analizar en este artículo, las consecuencias de no devolver un préstamo son muy graves. Por eso, siempre debes evitar llegar a estos extremos. Para ello, es muy importante dialogar con la entidad prestamista en caso de que no puedas hacer frente al pago de las cuotas. De esa manera, podréis buscar juntos una solución que evite las consecuencias de no pagar un préstamo.