Todas las personas hemos tomado una mala decisión financiera alguna vez en nuestra vida. Desde luego, como se suele decir, nadie nace aprendido. Y, a pesar de que las finanzas personales son uno de los aspectos más importantes de la vida, nadie suele enseñarnos a llevarlas de la manera correcta.
En el colegio no se aprende a gestionar las finanzas y, a excepción de casos muy puntuales, en casa tampoco nos enseñan a manejar el dinero de la forma correcta. Es por eso que todos, o casi todos, cometemos errores a la hora de tomar decisiones económicas. Si es también tu caso, no te preocupes. A continuación, vamos a ver 4 decisiones financieras que solemos tomar y tienen malas consecuencias.
Es probable que alguna vez se te haya pasado por la cabeza: si hubiese empezado a guardar hace tres años 50€ al mes, ahora tendría el dinero para comprarme esto que necesito. Por alguna razón, solemos dejar el ahorro para más adelante, y lo vamos postergando cada vez más. Hay quienes llegan a los 30 años sin tener dinero ahorrado. Y, peor aún, no ponen remedio y llegan a los 40 o 50 sin un euro de más en la cuenta. Como se suele decir, viviendo al día.
¿Crees que no puedes ahorrar porque no ganas suficiente para hacerlo? La realidad es que te estás engañando a ti mismo. Con esa mentalidad, si ganaras 500 euros más al mes, también pensarías “si tuviese más dinero, podría ahorrar, pero con lo que gano no me da sino para vivir”.
Todos tenemos un termostato financiero. Si no somos capaces de controlarlo correctamente, cuando ganamos 1.000, gastamos 1.000. Y cuando ganamos 3.000, gastamos 3.000. Por lo tanto, en lugar de pensar que ya ahorrarás cuando seas viejo, empieza a ver de qué manera puedes comenzar a hacerlo hoy mismo.
Seguro que si echas un vistazo a tus ingresos y tus gastos, te darás cuenta de que hay aspectos en los que podrías ahorrar. Reduciendo esos gastos, podrías guardar ese dinero para ir creando el famoso colchón financiero del que tanto habla la gente.
A todos nos gusta disfrutar de un coche nuevo cada cierto tiempo. Y está bien querer disfrutar de los avances tecnológicos que incorporan los nuevos modelos y que no tiene el nuestro. Además, generalmente suele ser más seguro conducir un coche nuevo que uno antiguo. Sin embargo, si cambiamos el coche cada 3 o 4 años, podemos estar cometiendo un error financiero grave.
Muchas personas intentan quitarse a los pocos años el coche de encima para poder ganarle algo en la venta de segunda mano y, así, disponer de algo de efectivo para la compra de un nuevo vehículo. Esto, a simple vista, parece inteligente. Sin embargo, si te apresuras demasiado a vender y no tienes el dinero suficiente para comprar un nuevo vehículo, puedes entrar en el siguiente círculo vicioso:
Te compras un coche. Das una pequeña entrada y lo financias a cuatro años para poder permitirte el pago cómodamente. A los cuatro años, terminas de pagar tu coche y lo pones en venta. Te dan por él un 30% de lo que costaba sin incluir los intereses que pagaste por el préstamo. Utilizas ese dinero para dar la entrada de un nuevo coche y vuelta a empezar.
Finalmente, te pasas la vida pagando las letras de un coche tras otro, con los intereses que esto conlleva. Sin embargo, si dejas que pase el tiempo suficiente desde que terminas de pagar tu coche para ahorrar más dinero, podrás comprarte un nuevo coche al contado y, como mínimo, evitar pagar esos intereses.
Comprar una casa es una de las decisiones financieras más importantes de la vida. ¿Por qué? Porque la compra de una vivienda generalmente trae consigo una hipoteca. Este préstamo es tan grande que, generalmente, nos atrapa por 30 - 40 años. Y esto se debe a que muchas personas eligen la casa pensando en cuánto pagarán cada mes de hipoteca.
En vez de elegir la casa por las características que tiene, o cuánto cuesta, se basan en cuánto pueden permitirse pagar cada mes y alargan la hipoteca todo el tiempo que sea posible. Es decir, compran una casa que, en realidad, no pueden permitirse, que probablemente es más de lo que necesitan y que les tendrá atados a una hipoteca de por vida.
Además, por si esto fuera poco, alargar durante tantos años la hipoteca hace que la casa cueste muchísimo más. Una hipoteca a 40 años de una casa de 180.000 euros con un interés de aproximadamente el 4%, hace que terminemos pagando 361.098 euros. ¿Sigues pensando que es una buena idea comprar la casa pensando en la cuota mensual?
No todas las malas decisiones económicas que puedes cometer se basan en aspectos que hay que meditar tanto, como la compra de una casa o la venta de tu coche. En el día a día, también es común cometer graves errores. Y el principal de ellos es no saber adónde ha ido el dinero que has gastado.
Hay personas que cobran su sueldo del mes y lo gastan sin saber exactamente en qué. Hay pequeñas decisiones económicas que tomas en el día a día y que pueden marcar la diferencia. Decisiones tan aparentemente tontas como si comer fuera, o comprar comida para hacer en casa. Si tomar el café fuera de regreso del trabajo, o si tomarlo en casa.
Este tipo de decisiones que parecen minúsculas pueden representar un gran gasto al final del mes.
Como hemos visto, existen diferentes malas decisiones económicas que puedes tomar. Hemos visto cuatro principalmente: dejar el ahorro para luego, comprar y vender coches cada pocos años, comprar una casa pensando en la cuota mensual de la hipoteca y no realizar una gestión diaria de tu dinero. Si tienes en cuenta estas malas decisiones y las evitas, tus finanzas personales mejorarán notablemente.
Si puntualmente necesitas una ayuda económica tras una mala planificación puedes solicitar un crédito online sin apenas explicaciones y papeleos, teniendo en cuenta que esta decisión no debe ser tomada de manera regular.